Créanme, no hay un alcohólico que no esté seguro de que ese terrible abismo esté muy por delante. Bueno, yo definitivamente podré parar a tiempo, simplemente no ha llegado el momento, piensa una persona ya profundamente enferma.
Mientras tanto, la terrible enfermedad ya está aquí esperando. O tal vez ya no está esperando, sino que hace mucho que te atacó y te está devorando desde adentro, y tú no lo sientes. Ella, como un tumor canceroso, no se hará sentir hasta que haga metástasis en todos los órganos y sistemas vitales.
Durante más de una década, he sido uno de ustedes. Comencé a beber alcohol en mi juventud, como muchos otros. Y así sin notarlo empecé a abusar. A los treinta años ya tenía un divorcio, la pérdida de un trabajo prestigioso y un mar de problemas.
Sin embargo, todo esto no me hizo renunciar al alcohol. Por el contrario: cuanto más problemas tenía, más bebía. Todo creció como una ola.
De vez en cuando podía encontrar trabajo, pero no me quedaba allí más de dos o tres meses: los empleadores me echaban en la primera oportunidad por ser alcohólico y empleado poco confiable.
A pesar de todo, incluso logré casarme por segunda vez, pero este matrimonio no estaba destinado a durar mucho tiempo: mi esposa no pudo soportarlo por más de seis meses.
No me pagaban dinero por un trabajo mal hecho, no podía construir una familia feliz... o sea, la vida se me estaba desmoronando y yo culpaba a todos los demás: mujeres, colegas, jefes. Pero no a mí mismo.
Me di cuenta de todo muy de repente, en la mañana después de borrachera. La resaca fue tan fuerte que la muerte parecía ser una liberación. Me temblaba por dentro y por fuera, me dolían los huesos, me resecó la garganta, mi cabeza parecía estar a punto de explotar.
Decidí: necesito salir de este pantano. Fui a buscar una solución en Internet y me encontré con un foro de ex alcohólicos. De ahí aprendí sobre un medicamento llamado Alcotox. Los usuarios del foro hablaron con entusiasmo sobre sus resultados, y pensé que este remedio también podría ser una salvación para mí.
Encontré el sitio web oficial del fabricante Alcotox en Internet y pedí varios paquetes a la vez. Tres días después, me entregaron un paquete y comencé mi camino hacia la curación.
El deseo de beber el alcohol ha desaparecido casi desde la primera aplicación del Alcotox. Este remedio me ayudó a deshacerme de la dependencia psicológica de alcohol. No me daba asco el aspecto y el olor del alcohol, simplemente dejé de verlo como la solución a todos los problemas.
Después de completar el curso de tomar Alcotox, comencé a sentirme completamente diferente. Me convertí en una persona normal con deseos y objetivos normales.
Desde hace cuatro años que estoy sano. Gracias a Alcotox, pude volver a la normalidad, volver a tener una familia y tener un hijo. Y también tengo buen trabajo, respeto de las autoridades, amigos no alcohólicos.
Ahora puedo permitirme tomar una copa de buena cava para el Año Nuevo y el cumpleaños, y estoy seguro de que esta copa no terminará en borrachera.
Es una gran felicidad vivir con sobriedad.
Hablamos sobre Alcotox con el médico narcólogo Andrés Santana:
Alcotox es un remedio único, fundamentalmente diferente de todos los demás. Ayuda a una persona a superar sin dolor los antojos de alcohol y volver a la normalidad.
La diferencia entre Alcotox y otros remedios es que elimina la causa subyacente de los antojos de alcohol: la falta de dopamina, eliminando por completo la adicción sin mono, deseo de beber y otros efectos secundarios.
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